El curso de chino para extranjeros que nos ofrece la Universidad de Lishui y yo estoy atendiendo -y a punto de acabar, todo al mismo tiempo, ¡qué cosas!- se lleva a cabo este curso, como novedad, como una nueva experiencia. están queriéndose hacerse un hueco en el sistema universitario chino. Aquí he oído tantas veces que esta Universidad no es de las number ones del ranking chino... Quieren irse haciendo un hueco en ese juego competitivo de rankings, o quizás simplemente abrirse al exterior. No lo sé bien. el caso es que una japonesa jovencita de 18 años, Qiu Ben de nombre, es la alumna que lo ha inaugurado. El 2º alumno es uno de Markina de algo más de 18 tacos y la tercera es una coreana, profesora de idioma coreano que también quiere hacerse con este idioma. Me llevan ventaja, pero uno se defiende.
Las asignaturas son "Shu fa" -caligrafía-, "zong he" -síntesis-, "kou yu" -expresión oral-, "ting li" -comprensión auditiva-, y "du xie" -lectura y escritura-. Curso, como se ve, bie compartimentado, bien estructurado. Aunque...¿esto de "shu fa"?
Desde la óptica de un occidental esto de "shu fa" -caligrafía- llama la atención. A mí sí, al menos. Una de las profesoras que tengo me dijo que su marido es rofesor de "shu fa" en otra ciudad. Y que escribe de una manera que... algo fuera de serie. Tiene algunas de sus producciones expuestas , colgadas en tal y tal sitio. Unos escritos, me refiero. Unas poesías de otro. Ya empiezas a rascarte la cabeza. O esto otro. Una novela que tengo entre las manos "Cisnes Salvajes", en la que la protagonista dice en un momento dado "volví la vista atrás y sentí que me inundaba la emoción al ver un enorme retrato de Mao que colgaba en el centro bajo tres caracteres dorados escritos con su propia caligrafía en los que se leía "Estación de Pekín". Obviamente, tu mente viaja a la Estación de Atocha o de Abando y no las imaginas anunciadas por las caligrafías de nuestros ínclitos presidentes.
Así que algo tiene que haber en ello.
En unas hoja cuadriculadas, cada cuadrícula a su vez dividida en otras cuatro, has de ejercitar el trazo hasta conseguir la inclinación adecuada, la precisa presión del lápiz de forma que el comienzo de ese signo sea suave, más fuerte un poco más adelante para llegar al momento en que levantas el lápiz del papel como si aquel se despidiera gentimente de la hoja, casi dejando una estela, un rabillo, que no corte bruscamente la trayectoria final del trazado. Sí. Así. Todo ello en un centímetro de longitud. O medio cm, según el trazo sea "héng","shù" "piê", "ná", "dián" ¨tí" o alguna combinación de ellos. (Se acompaña foto para que quien haya llegado a leer hasta aquí no se descorazone y pueda seguir militantemente leyendo).
Caligrafía... todo una ciencia de precisión que ahora en España, y con tanto dedo pulgar tecleando sobre teclado virtuales de pantallas táctiles, tan solo se conoce por los antiguos del lugar.
ResponderEliminarRecuerdo que, mucho antes de llegar a tener la edad de tu compañera de clase japonesa, aquellos cuadernillos de pastas de color verde y testura áspera de la colección Rubio, numerados en escala ascendente dependiendo de su dificultad que todos los veranos era tarea obligada a la hora de repasar... Muelles interminables que surcaban la página de izquierda a derecha comenzados de arriba a abajo algunos y otros de abajo a arriba. Letra inglesa bien perfilada para escribir cha che chi, y que nada tenía que ver todavía con China ni con Lishui.
La caligrafía de los caracteres chinos en cada una de sus variedades debe ser todo un arte, pero aun me parece algo más increíble la inmensa memoria necesaria para recordar cada uno de ellos. Escribirlos será difícil... pero recordar el que tienes que escribir, todo un reto!!!!
Enhorabuena, Estanis, por todos tus logros, que no son pocos. Y si además te gusta dibujar, como a ti, esto debe ser muy divertido.
Que te salga bonito!!!!!
A.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarDices "divertido" . Unos días, "divertido" es lo que prima. Otros, "interesante". Nunca "indiferente".
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